martes, 19 de abril de 2011



Apuntes de viaje
a través del
Seminario IX de Lacan
"LA IDENTIFICACIÓN"


- 1 -




Zozobra es un buen término para arrancar esta serie.
Me propuse organizar una serie de ideas, imágenes, dudas, preguntas que se me van disparando a medida de que vuelvo a pasar por un seminario al que hace varios años ingresara por primera vez con la guía de Mirta Balma.
Desde el 2010 nos venimos reuniendo con mis colegas
Claudia Martínez, Ilde Dadoli, Gloria Alrá y Silvana Spinozzi alrededor de la lectura de este seminario IX.
Entre clínica y arte, estos apuntes
que no son sin los intercambios semanales con mis colegas,
buscan un puerto.
Acaso él sea ellos.
Uno nunca sabe
.








ALREDEDOR DE LA PRIMER CLASE (15/11/61) (1)





I, a - UMA THURMAN. O el falo y el mar



Como tantas veces sucediera, al empezar su seminario Lacan nos remite al anterior. Así sucedió aquel 15 de novimebre de 1961 en donde arrancara su seminario IX: "conviene que hablemos de la identificación de otro modo que bajo la forma, podemos decir mítica, bajo la cual la dejé el año pasado" (1). Alude allí a la clase final del seminario sobre la transferencia, sucedida el 28 de junio.

¿Cuál era esa forma mítica?...






(Uma con apenas cuatro años más que la Lolita de Nabokov; escena de "Las aventuras del Baron Muchausen")



Por cierto, a principios de la década del 60' Thurman no había entrado en competencia con su referencia, el clásico de Botticelli, "El nacimiento de Venus", que Lacan citara en aquel cierre de su seminario VIII: "el nacimiento de Venus Afrodita, hija de la espuma. Venus saliendo de la onda, cuerpo erigido por encima del oleaje del amor amargo. Venus - o también Lolita (...) Nosotros supimos identificarla en la ecuación simbólica, para emplear el término de Fenichel, Girl= Phallus". Tampoco Stanley Kubrick había estrenado su versión cinematográfica de la novela a la que alude Lacan (2).



Evocar ese cuadro implicaba hacer resonar, sin explicitarlas, al menos dos cuestiones: la referencia a la Afrodita Urania que menciona Pausanias en su discurso en "El banquete" (3), aquella nacida del encuentro entre el mar y el pene de Urano, seccionado por su hijo Cronos y arrojado a las aguas; y la referencia a que, según muchos historiadores del arte, Botticelli produjo su obra en diálogo con "Las metamorfosis" de Ovidio. Respecto de este último punto acaso no resulte trivial recordar esta definición del Lacan de 1949 en "El estadio del espejo...": "...una identificación, en el sentido pleno que el análisis da a este término: a saber, la transformación producida en el sujeto cuando asume una imagen" (4). Justamente será la relación entre identificación e imago una de las cuestiones que Lacan problematizará durante su valioso seminario IX.

Que Lacan evocara ese cuadro del pintor renacentista no es sin esto que dice en aquella misma clase final de su seminario sobre la transferencia: "¿no sería mucho más simple que este sujeto diga 'Yo deseo'?. Pero decirlo no es tan simple. Es mucho menos simple (...) que decir 'Yo amo', oceánicamente, como se expresa Freud...". Esta observación trae ecos de lo que Lacan apuntara varias clases antes en ese mismo seminario, en la cuarta reunión, cuando ubica un movimiento clave que hace Sócrates respecto del amor, interrogarlo: "¿amor?, ¿amor de qué?. Del amor pasamos así al deseo".

Estamos en el campo del amor húmedo. Amor húmedo que es tributario del "sentimiento oceánico" del que Freud se ocupara en "El malestar en la cultura", expresión que toma de un amigo suyo que le hiciera llegar cierta objeción sobre su modo de abordar la cuestión religiosa. Tomo una pequeña frase que dice Freud respecto de tal sentimiento, la dice al final del apartado I de "El malestar...": "ese ser-uno-con-el-todo, implícito en su contenido ideativo".

Ser-uno-con-el-todo...

Amor húmedo
(madre y mar, revolotean sonoramente en francés allí: mère y mer ) (5).

Amor húmedo que durante toda esa clase de cierre del seminario VIII hace contrapunto con el fuego que viene desde el principio del seminario cuando nos contara un enigmático relato para hablar del "milagro" del amor. Ahora, ya en el final del seminario, el fuego rodea cierto objeto sonoro (6) que Lacan señala en el centro de la zarza ardiente con la que Moisés se encontrara en el antiguo testamento (Éxodo, 3). Eso que resuena en el "Yo soy lo que soy" (7).

En el próximo contacto retomaré a esa Venus Afrodita erigida en medio del amargo amor húmedo. Mientras tanto los dejo con este pequeño hallazgo en la WEB. Importan poco mis gustos; siglos de humanidad se agitan cuando alguien se pregunta como Sócrates ante Alcibíades, "¿por qué me elegís?":









Hasta la próxima


Lic Guillermo Cabado



(todos los post de esta serie se pueden ver bajo el ítem "SEMINARIO IX de Lacan" que se encuentra en el índice de este blog, a la derecha)



(1) Todos los fragmentos de las clases de los seminarios de Lacan, excepto expresa indicación en contrario, han sido extraídos de los sendos establecimientos de texto, traducción y notas producidas por Ricardo Rodríguez Ponte para circulación interna de la EFBA.


(2) Eso sucedería en 1962, en París más exactamente en noviembre de aquel año, ya finalizado incluso el seminario IX. Cito un pasaje de Nabokov en relación a la asociación que hace Lacan entre Lolita y Venus: "entre los límites de los nueve y los catorce años, surgen doncellas que revelan a ciertos viajeros embrujados, dos o más veces mayores que ellas, su verdadera naturaleza, no humana sino nínfica (o sea demoníaca). (...) Se advertirá que reemplazo términos espaciales por temporales. En realidad querría que el lector considerara los "nueve" y los "catorce" como los límites -playas espejeantes, rocas rosadas- de una isla encantada, habitada por esas nínfulas mías y rodeada de un mar vasto y brumoso" (primera parte de "Lolita", de Nabokov: http://libros.literaturalibre.com/wp-content/uploads/2008/12/l-vn-librosliteraturalibrecom.pdf )

(3) Es durante la cuarta clase, 7/12/60, en que Lacan se ocupa de Pausanias en "El banquete" de Platón. Según Carlos Bembibre, versado psicoanalista en cuestiones griegas, es recomendable la traducción que de "El banquete" hiciera Victoria Juliá, de la cual no hay versión libre de descarga en internet. Consultar en tal caso Editorial Losada: http://www.editoriallosada.com.ar/masinfo.php?id=655&coleccion=24

(4) "El estadio del espejo como formador de la función del Je, tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica". Escritos I, pag 87. Su vinculación además con "el término antiguo imago".

(5) En esta línea, en determinado momento de la clase Lacan usará esta expresión: "barrera contra el Pacífico del amor maternal". Apunta Ricardo Rodríguez Ponte que Diana Estrin recuerda que esa expresión juega con la referencia a la novela de Marguerite Duras, "Un dique contra el Pacífico". La referencia a las inundaciones (en Indochina) y un modo de avance materno sobre su hija resuenan en la mención. Lamento no haber hallado la novela subida a la WEB, como para compartirla (sí está "El amante"). Mientras tanto me topé con que en el 2008 se filmó una versión de "Un dique...": http://www.imdb.com/title/tt0931285/ .

(6) Convendría apuntar que también es sonoro ese no sé qué que Alcibíades identifica en su deseado Sócrates.

(7) En el medio de todo ese desarrollo Lacan desliza una referencia a la enuresis que me parece que resulta de mucho interés, en particular para aquéllos que atienden niños.


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